En mis recuerdos de niña veo como mi madre y mi abuela estan cosiendo y bordando ropa blanca. Prendas de hilo de algodón sin teñir, o blanqueadas antes de la hilatura, bordadas a mano, a veces a máquina, o con encajes de bolillos, o también festones, eran piezas artesanas cien por cien. Infinidad de horas intervenían en su confección. Prendas, que hoy, seguramente se han convertido, por su escasez, en piezas de museo. En esa época, cuando era niña, todavía se consideraba que toda joven había de tener su ajuar de ropa destinada a su futuro hogar, y mi casa era punto de referencia entre las familias con hijas casaderas. En las casas era común destinar un espacio, único, para su almacenamiento y exposición. No es de extrañar, pues, que sábanas, toallas y también mantelerías, ocuparan un sitio de honor.
Como os he comentado, yo crecí entre costuras, por ello, siempre he tenido especial debilidad por la ropa de hogar. Creo que una casa vestida con ropa bien cuidada, bonita y confortable no pasa de moda, a parte de seguir siendo una necesidad.
En mi casa siempre me he rodeado de la llamda "ropa blanca", aunqué muchas veces esta sea de color, y no dudo en lucirla siempre que tengo ocasión.
En Yola apartamentos también tengo el placer de poner en práctica mi debilidad y experiencia en este campo. Ofrecer a mis huéspedes nuestro mejor servicio es para nosotros una premisa importante. Pero para ello hay que tener bien organizada y cuidada la ropa de hogar. Es fundamental, para nosotros, que nuestros clientes tengan la sensación de estar como en casa.
Entiendo que hoy somos mucho más prácticos, y la ropa blanca como la que os he descrito está fuera de circulación. A parte, soy consciente que el ritmo de vida actual y el tamaño de las casas no es nada favorable para mantener su cuidado y almacenamiento como se hacia en el siglo pasado. Ahora, la fundas nórdicas, las telas sin plancha, los estampados impresos, han desplazado, el uso cotidiano de la ropa blanca de antaño. No obstante, nos sigue gustando tener variedad de ropa en el hogar. Por tanto, lo que no ha cambiado nada, es que seguimos necesitando un lugar especifico para organizar y ordenar nuestra moderna “ropa blanca”.
Así que, si os gusta la ropa de casa y queréis darle ese toque hogareño. Os acompaño mis consejos en orden y organización, fruto de la experiencia. Intentarlo, el esfuerzo os valdrá la pena, os aseguro que con la ropa de casa organizada y bien ordenada, la sensación de hogar está garantizada.
En primer lugar, buscar un lugar especifico para destinar la ropa. Quizá tenéis un armario con cosas que no son de uso frecuente y podéis llevarlas a un trastero, o podéis desprenderos fácilmente de ellas y las podéis donar. Sino es el caso, quizá tenéis un cuarto de plancha y podéis instalar un pequeño armario de fácil montaje, en algún rincón discreto, para destinar vuestra ropa de hogar.
Espero que estos simples consejos os sean de utilidad. Como siempre, os doy las gracias por leerme.